sábado, 20 de marzo de 2010

BUENA SALUD Y VINO TINTO ?


La preocupación por una alimentación más sana y un estilo de vida más saludable, es también preocupación de la cultura del vino.
Hoy sabemos que determinados componentes de los vinos tintos, -cuando su consumo es moderado-, ayudan a mantener más limpias nuestras arterias, contribuyendo a evitar enfermedades cardiovasculares. Asimismo se ha demostrado que existen sustancias en la piel de la uva negra que puede ayudar a retrasar el envejecimiento y prevenir enfermedades.
EL PODER ANTIOXIDANTE DEL VINO

Comencemos por la composición del vino. La mayoría de sus componentes provienen de la uva y del proceso fermentativo. Se descubrió que el pellejo de las uvas negras contiene un amplio rango de compuestos fenólicos. Concretamente ácidos fenólicos, flavonoides y resveratrol tienen una gran capacidad de proteger a las lipoproteínas LDL de la oxidación. (Inhiben el colesterol malo, que una vez oxidado pasaría a formar una placa de ateroma en la pared de las arterias).
Estos componentes forman un gran grupo de compuestos cuya estructura química los hace ser potentes antioxidantes, pues donan hidrógeno o electrones y atrapan radicales libres, deteniendo el proceso oxidativo.
EL RESVERATROL Y LAS SIRTUINAS
Dentro de las sustancias beneficiosas encontramos el resveratrol, que forma parte de los pigmentos y que protege a la uva contra el ataque de los hongos. Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard ha demostrado que el resveratrol, que abunda en la piel de la uva negra, es capaz de estimular, las sirtuinas, unas enzimas celulares que regulan el envejecimiento de todos los organismos vivos. De todos los compuestos que probaron los investigadores, el que más estimuló a la enzima fue el resveratrol, por lo que el consumo moderado de vino tinto puede ayudar a retrasar el envejecimiento y prevenir enfermedades geriátricas como el Alzheimer.
Como ya vimos, la mayoría de las sustancias beneficiosas se acumulan en el hollejo de la uva. Por ello, y como consecuencia de su proceso de elaboración, el vino tinto es más beneficioso que el vino blanco. En el vino tinto, el mosto se macera con la piel y con las pepitas, permitiendo que las sustancias beneficiosas que contiene la piel de la uva pasen al vino. Además, la uva negra es más rica en taninos. Los taninos son sustancias naturales, astringentes y amargas que proceden de la maceración de los hollejos y de la crianza en madera.
Las variedades cabernet sauvignon y tempranillo contienen más polifenoles que el resto de los varietales.
 
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